Categoría: Entrevista

Entrevistamos a… Ada Morate

Ada, autora de las fotografías que hemos publicado durante estos cinco días en nuestra página de Facebook, nos dice “lo de la fotografía, creo que va en paralelo a lo que nosotros llamamos, el fin de análisis…” y de esta manera nos describe su arte, en una entrevista realizada para Causa Psicoanalítica en General Roca.
En un generoso gesto narró su sentir y sus inicios en el Psicoanálisis.

C.Ps. Gral.R.: ¿Qué es para vos el Psicoanálisis?

A.M: ¡Hola! Me encanta la idea de este formato de entrevista. Las preguntas son muy interesantes, porque vos sabes que, desde este ofrecimiento tuyo, yo tengo una vuelta a mis orígenes de psicoanalista. ¡Es algo así como que creo que me convertí en psicoanalista cuando tenía muy pocos años! No, no. ¡Muy pocos años no! Empecé a interesarme en el psicoanálisis alrededor de los ocho años, y hoy me estaba acordando de eso, no sabes, re movilizada estaba.
Para mí el psicoanálisis es una práctica clínica, es una filosofía de vida, es…  mmm…es aquello que en verdad reconoce y trabaja el deseo, de todos los que deciden querer saber sobre eso. No sólo es un saber sobre el deseo sino es poner en acto el deseo, es un modo de vivir para mí.

C.Ps. Gral.R.: ¿Por qué elegiste ser psicoanalista?

A.M.: ¿O por qué estoy psicoanalista? También es uno de los soy, en esto de las identificaciones, lo que me causa y creo que lo elegí cuando era muy chica. Cuando me llegó una revista de historietas que era sobre Sigmund Freud, la leí con mucho detenimiento y le pregunté a mi madre quien era ese Señor que había escrito cosas tan interesantes, entonces mi madre me explico lo que podría saber ella en aquella época, y eh…yo recuerdo haber vuelto a leer la revista y dije “yo quiero ser  psicoanalista, quiero interpretar los sueños y quiero ayudar a la gente que sufre a que deje de sufrir por esas cosas que tiene la mente”. Eso era lo que yo pensé.

C.Ps. Gral.R.: ¿Desde cuándo ejerces el psicoanálisis?

A.M.: El psicoanálisis lo ejerzo, desde que era muy muy jovencita, y en distintos ámbitos. Empecé en un hospital público hace muchos años, antes de recibirme en el año ‘71 ya me guiaba en las prácticas, que siempre me interesaron desde el psicoanálisis, colegas avanzados en la práctica; y eso es del año ‘71, o sea hace muchísimos años en el ‘71, muchos años. Y la verdad es que me sigue causando el deseo de seguir practicando el psicoanálisis, de seguir recorridos que para mí aún son desconocidos, y me pasa que, reinvento el psicoanálisis, es algo que se reinventa permanentemente y, nunca leo los mismos textos, aunque pareciera que sí. Cuando me convocan en un seminario a leer tal o cual cosa siempre encuentro algo diferente.

C.Ps. Gral.R.: ¿Por qué la fotografía?

A.M.: Lo de la fotografía creo que va, paralelo a lo que nosotros llamamos el fin de análisis, el sinthome. Tal vez porque creo que cuando saco una fotografía y, capto capturo ese momento, es el objeto; ¡es el objeto que lo encuentro, lo capturo y vuelve a escapárseme, y tiene que ver también con la falta, con esta cosa que nos pasa siempre. Bueno…ya que digo cosa creo que la fotografía es la Cosa. La Cosa Freudiana, y sí, tiene que ver con el objeto, es algo que me cuesta explicar lo que me sucede, cuando tomo una fotografía porque luego que la veo yo me sorprendo. Es algo así como que encuentro algo y en el momento que lo encuentro lo pierdo.
Para mí el Psicoanálisis es algo tan importante, es un camino en mi vida. Desde muchos, muchos lugares, yo no me imagino mi vida sin el Psicoanálisis. Eh…tengo hijos, estoy enamorada, eh…todas cosas muy lindas en la vida, y el Psicoanálisis esta siempre ahí, o sea yo siento que está desde ese día que tuve esa revista y dije “quiero ser psicoanalista”. Ahí explicaba esa revista qué es el Psicoanálisis, y yo rápidamente entendí que había una conciencia y había algo que llamaban inconsciente; como que lo capté muy rápido y cuando estaba en el secundario, ya quince, dieciséis años, ahí tomó forma la posibilidad de estudiar psicología. Y cuando me dieron la guía de carreras, eh, mi familia no quería que yo estudiara psicología; me acuerdo que vi en la guía y decía Escuela Psicoanalítica Argentina, lo que después entendí, que era la APA, y yo decía “yo quiero estar ahí, quiero estar ahí”, o sea desde muy pequeña estuvo en mí acercarme al psicoanálisis.
Respecto de la primera pregunta, qué es para mí el Psicoanálisis, vuelvo a pensar, y creo que se resume en esto, es la práctica clínica de hacer conciente lo inconsciente, eso no cambia ni cambiara jamás, podemos hablar de los tres registros, podemos hablar del ello, yo, super- yo todo lo que queramos, pero que es la práctica de hacer conciente lo inconsciente, que es sumamente liberador… Es como que va a recorrer los tiempos de los tiempos, y eso es lo que yo amo, entendiendo por amor esta entrega, si?, que tenemos. A mí el trabajo de psicoanalista me hace feliz, esa es la verdad. Por eso me parece que es el sinthome, aparte de todos los nudos que tenemos y yo tengo, haber atravesado la castración y demás, creo que este es un nudo muy importante, forma parte de mi ser, el ser que yo construí.
Bueno, me alegra que mis fotos te hayan gustado, y genial la idea, vas a ver que todo lo que emprendan en el grupo de la Comisión les va a ir bien porque hay gente muy copada ahí, en Roca.

C.Ps. Gral.R.: Muchas gracias, Ada.

12 de Abril, 2017.

Entrevistamos a… Ana Lía Basualdo

En nuestro andar de entrevista, dimos con la Analista Ana Lía Basualdo. Gentilmente nos permitió unos minutos de su día, para participar de este formato de entrevista.
Ana Lía Basualdo, es analista desde 1983 y ejerce en la ciudad de Gral. Roca (R.N) desde 1987.
Nos transmite,”… cuando hablamos o cuando yo hablo de ¿qué es el Psicoanálisis para mí? creo que es una posición. Una posición en relación al otro, una posición en relación a mí mismo análisis y entonces, a la posición del analista y el trabajar desde el Psicoanálisis con el sufrimiento del otro.”
Y así nos lo comparte…

"La Lecture". Picasso. (1932)

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Antes de nada Ana Lía, gracias por compartir con nosotros en esta experiencia del Psicoanálisis, tu propia experiencia. ¿Qué es para vos el
Psicoanálisis?

Ana Lía Basualdo: ¡Un gusto y muchas gracias! La pregunta que me haces es una pregunta interesante, es una pregunta que yo me hago con mucha frecuencia. Creo que es importante hacerse esta pregunta de qué es el Psicoanálisis para uno. No encuentro la respuesta y entonces me relanzo a la pregunta. De todas maneras, creo que cuando hablamos o cuando yo hablo de ¿qué es el Psicoanálisis para mí? creo que es una posición. Una posición en relación al otro, una posición en relación a mi mismo análisis y entonces, a la posición del analista y el trabajar desde el Psicoanálisis con el sufrimiento del otro. Trabajar con el sufrimiento del otro a través de la palabra y entonces a través de la ética, y desde la vertiente de la experiencia. La palabra para ir encontrándome o dirigiendo en relación al otro, un análisis, pero desde un lugar donde se acota el furor por la curación o el furor curandis que decía Freud, a mi eso me atrae en el punto de qué es para mí, el Psicoanálisis. Que todo lo que venga va a ser por añadidura, que venga de la mejoría o de la cura, y si me permite el Psicoanálisis entrar en un discurrir de la palabra, en un discurrir del decir del otro y entonces del decir mío, y desde lo que se dice en el encuentro con el deseo y con el goce también. Sería, o es para mí una cuestión de posición ética y si hablo de ética, bueno, ya tendríamos que hablar cómo vinculo la ética con el Psicoanálisis y con la
técnica y entonces cómo nos dirigimos a un sujeto sufriente y cuál es la categoría de sujeto, pero en realidad el Psicoanálisis para mí es una posición, y una manera de poder
escuchar al otro y hacer algo con el sufrimiento del otro e incluso con el mío a sabiendas del inconsciente.

C. Ps. en Gral. R.: Ana Lía y ¿por qué sos Psicoanalista?

A. B.: Creo que está un poco la respuesta en la primera contestación que te hice a tu pregunta; a mi esta cuestión del sufrimiento del otro, la pregunta por el otro, la pregunta por mis cosas, la pregunta por mi deseo, me parece que le pude encontrar algo de respuesta, encomillada claro, desde el Psicoanálisis. Por qué soy Psicoanalista?
Toca, todo mi ser y mi experiencia, yo tuve algunas cuestiones personales en la infancia, en la adolescencia donde me tuve que ver con el encuentro con el sufrimiento, con el encuentro con la muerte y siempre había cuestiones que no podía responder. Me fui dando cuenta de que al hablar yo no sabía bien lo que decía, qué era lo que decía, las preguntas que hacía no eran contestadas, hasta que tuve la suerte de ir a estudiar a La Plata y encontré en La Plata tiempos muy difíciles y complicados, pero me fui a estudiar Psicología y luego en ese transcurrir encuentro a Karothy, un psicoanalista en esa época que estaba leyendo denodadamente a Lacan y él supo transmitirnos o transmitirme el amor por el Psicoanálisis y entonces hablo de amor, y por eso soy psicoanalista porque hablamos de transferencia, hablamos de deseo y hablamos del mor. El sujeto, cuando habla no sabe lo que dice, pero esta posición hace que nos encontremos con los significantes y a mí me atrae mucho el encuentro con los significantes míos y del otro, y nos permite ver la posibilidad, o me gusta el Psicoanálisis, porque es como que uno va hablando y va surgiendo desde ese decir, y también surge el otro y uno, y está el amor, y está la transferencia y creo que por eso soy Psicoanalista, por todo eso soy Psicoanalista, medio complicado que no lo sé explicar del todo por supuesto, por supuesto, porque los significantes nunca alcanzan.

C. Ps. en Gral. R.: La tercera pregunta como ya te había adelantado, es una pregunta más de lo particular de cada uno, es una pregunta que va más a qué hace cada uno con su deseo, o en qué pone cada uno ganas. Tal como hace muchos años vos me ayudaste a comprender esto de que deseo es como muy grande y hablar de ganas, que remite más o menos a lo mismo, puede resultar más sencillo de pensar. Entonces la tercer pregunta y última, que te hace Causa Psicoanalítica en Gral. Roca, es ¿por dónde va tu deseo, tus ganas cuando el Psicoanálisis no es el protagonista?

A. B.: Bueno en realidad algo de mi familiaridad es el Psicoanálisis. Me gusta leer mucho, me analizo de toda la vida. Tengo distintas etapas donde he podido hacer análisis, pareciera que he llegado al fin de análisis alguna vez, y también me relanzo en otros análisis. De todas maneras la pregunta tuya, me parece que apunta más a algo familiar, pero bueno ya te digo, el Psicoanálisis es mi familia también. Yo no tengo hobbies, si tengo causas, por ejemplo soy muy familiera, me gusta mucho el encuentro con amigos, y, así como un secreto, escribo. Escribo más vale algo poético, lo hago en estrofa pero no necesariamente con rimas y tiene que ver con mis estados lindos o con mis estados feos, escribo y a veces sólo lo dejo a mi marido que lo lea. Me gusta escribir y muchas veces me pongo a escribir sobre la vida, sobre lo que siento, sobre mi nieto ahora. Pero no es para transmitir lo que escribo, no es para que lo lean otros. No tengo hobbies, tengo causas.

Junio, 2017.

Entrevistamos a… Daniel Paola

El Psicoanalista Daniel Paola, en entrevista con nosotros, dio cuenta de su actual estilo “más  improvisado”, como él lo describe.
En la presente se realizó un recorrido formal, donde el decir se dejó oír, desde la experiencia Psicoanalítica, hasta cuestiones de su vida personal.
Como sólo los grandes maestros, logran hacerlo, nos permitió hilar teoría con pasajes de su subjetividad, sin decirlo…
“…Digo siempre que entre sonido y sentido podemos construir un acorde…”.

“Daniel Paola en Seminario”. Fotografía: César Izza.

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Buenos días Daniel, ¿cómo le va? Muchas gracias por su amabilidad, por confiar en el formato de la entrevista, y que podamos realizarla como un aporte más para nuestra Asociación, que para quienes somos sus socios queremos tanto. Daniel, ¿qué es para Usted el Psicoanálisis?

Daniel Paola: ¿Qué es para mí el Psicoanálisis?…es una pregunta complicada, porque no podría existir el psicoanálisis si no fuera por el deseo del analista. O sea, el psicoanálisis en si mismo como práctica, este, se aleja de una concepción objetiva ya que no puede existir sin algo que Freud descubrió con una suprema intuición: la transferencia. Este es el primer punto, o sea, no podríamos hablar de Psicoanálisis si no pudiésemos hablar del deseo del analista, o sea ya estoy diciendo, que… ya Freud sin saberlo, al crear, digamos un método como decía, para la organización psíquica, desarrolla el concepto de transferencia. En este sentido es la transferencia lo que más aleja la posibilidad de que, este, el Psicoanálisis sea incluido como campo científico. Sin embargo el Psicoanálisis en sí mismo, nace con la pretensión Freudiana de aportar o demostrar la existencia científica de un método para eliminar síntomas psíquicos, no?, hablando de una realidad psíquica, Freud se propone eliminar a través de la talking cure, el sufrimiento ocasionado por los síntomas psíquicos. Freud a partir de ese momento empieza a desarrollar la transferencia, pero una transferencia en términos de situación vivencial. Vivencial quiere decir que no habría psicoanalistas, sin Psicoanálisis…no?… es decir, no habría psicoanalista, que no haya pasado por una experiencia transferencial también con el Psicoanálisis. Con lo cual lo que estamos planteando el primer eje que hace al Psicoanálisis, que es el deseo del analista y por lo tanto su posición analizante. Esto es el aporte de Lacan. Lacan plantea que más allá de la histeria, más allá de la psicopatología, finalmente el discurso, el que se denomina paciente pasa a ser un discurso analizante que tiene los visos, o bien, tiene el esquema, la maqueta se podría decir, de un decir histérico. Histérico y analizante ya empiezan a asociarse, a partir de Lacan. Entonces, no podría haber Psicoanálisis si no hubiera psicoanalista. No habría metáfora, sino hubiera metonimia.
Si no hubiera psicoanalista, no habría Psicoanálisis; es decir, por lo tanto la pretensión de Freud de inscribirlo en una ciencia, choca en el campo epistemológico por una experiencia singular que se denomina deseo de analista y que se constituye sólo en lo vivencial de un análisis. Esto es el rasgo fundamental: no podría nombrarse analista quien no haya hecho en forma suficiente un desarrollo de su propia condición analítica, siendo un analizante. Porque lo que se empieza a comprender a través de Lacan es que cada analista en su decir, cuando tiene que hablar de la clínica, o tiene que hablar de la teoría, habla de la propia castración. Si Lacan dice de la castración, comienza diciendo que la castración es del Otro, con mayúscula y termina diciendo que la castración también es del sujeto. ¿Por qué? porque, hay una complicación digamos, que va en relación al otro como partener, al otro como semejante, que tiene una reducción fantasmática.
Es decir, lo que puedo estar diciendo sobre el otro, en realidad es una propia referencia ¿Por qué? porque siempre existe lo que llamamos el semblante, que tiene como condición participar, cuando hablo del otro, hablar de mí mismo y ese mí mismo, encierra no sólo el síntoma, sino también lo que denominamos el objeto a. La pretensión de Lacan es también, tratar de demostrar que el Psicoanálisis es científico. Lo vuelvo a repetir, tanto uno como el otro, no pueden ir más allá, para sumarse al campo científico, porque efectivamente es muy difícil o imposible relatar cuál es la experiencia de la interpretación, y matematizarla en la singularidad transferencial. La ciencia nos rechaza por insistir que es preciso en nuestro saber vivencial la experiencia de la transferencia. Es decir, podemos plantear cómo se produce la cura a través de la palabra, y entonces tenemos muchísimas experiencias que lo comprueban. Pero eso, no quiere decir que no haya un fondo imaginario, que nació en aquella lejana hipnosis, de la cual Freud apartó. Ello no es más que un núcleo Imaginario viviente, como un apéndice que se incluye en lo Real, que invade lo real y que para nosotros también tiene cierto desconocimiento, al considerar la dimensión del ser vivo. La vida y la muerte que se desarrolla en transferencia, es conducida por una posición, como Lacan plantea, de un objeto a, que es generado por el inconsciente a partir de un discurso, de una impronta significante. ¿Qué es la impronta significante?, la impronta significante, es aquello que determina la estructura del lenguaje. Es decir solamente porque haya estructura de lenguaje, es probable que podamos decir que sólo si hubiese analista, habría Psicoanálisis. Esto es el Psicoanálisis, dicho en una manera improvisada como es mi estilo y espero que Ustedes primero puedan hacerme alguna pregunta, si tal vez la respuesta a la pregunta no haya terminado.

C. Ps. en Gral. R.: Daniel, ¿por qué es Usted analista?

D.P.: Bueno la segunda pregunta es correlativa a la primera… ¿Por qué soy analista?… ¿me propuse ser analista cuando comencé mi análisis?… de ninguna manera. Yo simplemente era un estudiante de medicina, que tenía que trabajar como para poder mantenerme, y ahí surgió la… la idea del Psicoanálisis, o de que yo pudiera ejercer el Psicoanálisis, es decir lentamente. O sea, lentamente quiere decir que fui atravesando distintos periodos donde fue cerrándose más, un campo sobre mi realidad psíquica y empezó a abrirse la posibilidad de una pregunta. Mi análisis de entrada consistió en el análisis de los sueños. Y recuerdo algunos del primer análisis, que efectué en la década del 70. Recuerdo un sueño con argumento religioso donde me están crucificando. Eso derivo en un análisis, de una secuencia edípica en relación a mi madre y a mi padre, donde efectivamente yo estaba del lado de Cristo. Por una educación religiosa se construyó un sujeto un fantasma y eso me permitió por primera vez salir de un campo edípico.
Algo que para mí era completamente desconocido, cuando lo descubrí originó un estado entre la increencia, de lo que había dicho y lo que me habían interpretado. Pero la realización de esa materialización en el acto, determinó que mi vida tomara otro rumbo para no ser efectivamente uno de los tantos sacrificados que en la década del 70 hubo a montones, con lo cual evidentemente para mí, el hecho de haberme analizado, en principio me salvó la vida. Quiere decir que a partir de ahí se empezó a constituir una serie de concatenaciones, en el decir y sobre todo, hablando sobre la angustia y el amor. El amor y la angustia eran para mí, dos situaciones muy ligadas en sí, porque algo así como que cada vez que me acercaba al amor descubría, y obviamente hoy aún sigo descubriendo, algo del objeto, que yo llamaría el objeto de la insatisfacción. Insatisfacción, quiere decir que por suerte gracias al análisis y a la lectura de los textos, a través de Lacan, fui comprendiendo que hay un efecto Simbólico que induce la palabra de amor. No es exactamente una posición imaginaria de una pasión y de una posición del amor una solución final. Tal vez cuando yo empecé el análisis lo empecé confundido creyendo que, efectivamente, debía haber un encuentro con el amor y con una verdadera situación de la felicidad. Estaba buscando aquello que a mí del todo me indujera a pensar, por fin había encontrado ese partener donde coincidiera la pulsión genital con la desembocadura del amor.
Entre el objeto amoroso y la pulsión genital, yo me consideraba un desastre, con lo cual yo decía en el primer análisis que yo no podía ser analista. Para decirlo rápidamente y para que se entienda, no daba pie con bola porque cuando amaba no gozaba, o cuando gozaba no amaba, o cuando gozaba y amaba el otro no, o que cuando el otro gozaba y amaba a mí no me pasaba lo mismo, con lo cual yo decía, es mejor que me haga, decía, como Dotoiesvski escritor, porque yo puedo escribí varias novelas en relación a mi situación amorosa. Hasta que finalmente encontré a Lacan ya siendo médico, y habiendo cambiado de análisis, encontré a Lacan, y justamente con la frase, de que de ninguna manera el Psicoanálisis se propone eso, es decir de poner esa juntura en relación al amor con respecto a la genitalidad. Y eso queda, más bien en lo que se llama la spaltung del sujeto, es decir, la castración. Con lo cual evidentemente con Lacan la pulsión y el amor se reduce cada vez más a una palabra de amor, en relación a un cuerpo, y en relación a un momento, y en relación a lo efímero de una circunstancia de un encuentro, que en última instancia no puede atribuirse más que a un fantasma, que siempre hace rodear al otro, con las características que a cada uno le pertenecen. A partir de ahí puede pensar el deseo de analista. De esto concluyo que el Psicoanálisis me demuestra a mí que, que hay una diferencia entre lo
que es el origen y lo que es el fondo. En un análisis uno puede alcanzar un fondo, pero un fondo no es un origen. Si yo voy al fondo de la cuestión, es decir si puedo llegar a encontrar algún tipo de fantasía que a mí me puede sugerir ser lo más cercano al fantasma radical, eso no quiere decir que sea el origen, el origen permanece siempre desconocido. Con lo cual hay algo que Freud toma, y que Lacan repite que no hay psicogénesis. Entonces entre origen y fondo, lo que hay es un número irracional, es decir el número irracional es aquel, que no se puede poner como certero como para decir es este. Es decir siempre, un número irracional siempre se desarrolla entre un número y otro con lo cual el fondo está, más en el lugar visible de esa falta de origen, y que en última instancia es la represión primordial. El objeto a es abordado por Lacan con el número de oro que es el número irracional.
Para concluir diría que, me hice analista porque encontré una posibilidad que adaptaba más a lo que de entrada ya pensaba. Si no hubiera sido por Lacan, y porqué me analicé con analistas lacanianos, concluyo que yo no hubiera podido ser de ninguna manera psicoanalista Freudiano, creyendo que efectivamente en la genitalidad se encontraba el punto del amor, y eso era lo que el análisis conducía, es decir, el encuentro liso y llano de la felicidad. La felicidad es solamente el falo. Hay momentos de felicidad, pero hay momentos, también de detumescencia, es decir momentos de confusión por el cual el falo desaparece, o mejor dicho detumece y esto es sinónimo de que ahí nos encontramos con una marca donde sin que el imaginario caiga a cero, el cruce de lo real con lo imaginario, conduce a un nuevo sentido. El análisis conduce a que, una vez que se llega a una pérdida de sentido, una ausencia de sentido, el analista tiene la posibilidad de forzar a través de un goce, la determinación de un deseo que en última instancia es, forzado. Es forzado porque uno sigue cierta dirección, para alejarse de una repetición, lo que plantea una compulsión sintomática a una suerte de reproducción edípica. Así como les contaba en la pregunta anterior que, si no hubiera sido por el Psicoanálisis tal vez me hubiera puesto siempre en relación al Cristo salvador, cuando en realidad digo ahora que el Psicoanálisis sirve, más del lado de lo que en su momento dijo Primo Levi. Hay que diferenciar entre hundidos y salvados. El Psicoanálisis sirve para no hundirse y por lo tanto la salvación es no hundirse. No se trata de una
salvación religiosa, sino que me salvo de no hundirme. Eso quiere decir que el inconsciente es una debilidad, es una cuestión débil que plantea un ejercicio también que hace circular al analizante en una suerte de equilibrio como sujeto del inconsciente. No quiero comparar que el analizante pertenece a un circo y es el equilibrista, no lo quiero decir, pero como siempre Freud decía que si uno dice eso en realidad bajo la rúbrica de la negación lo está afirmando. Lo voy a proponer, efectivamente, diciendo que el inconsciente es algo así como un equilibrio, que pertenece a un circo en el cual necesitamos siempre mantenernos en un equilibrio, como para plantear que existe gracias a que todos formamos parte, es decir sin caernos. Y me van a decir: ¿Cómo hacemos? Hay veces que hay caídas sí, seguramente hay caídas pero no hay que tener vergüenza de que cuando uno se cae, es mejor que haya una red de seguridad, esto quiere decir que uno puede siempre volver cuestionando el Psicoanálisis y nuevamente volver a la cuerda como para demostrar que uno está ahí haciendo equilibrio sin falla. El inconsciente es débil, esto es lo que me enseñó el ejercicio del Psicoanálisis durante más de treinta años. Y si es débil quiere decir que en cada situación que el analizante plantea, no es que se esconde el inconsciente, sino que está tan perdido, que es necesario prestarle atención hasta el momento de la sesión, donde aparece el acto fallido, o el recuerdo infantil plantea una interpretación.

C. Ps. en Gral. R.: La tercer y última pregunta Daniel, tal vez más íntima o más de su familiaridad es, ¿por qué su gusto por la música?

D.P.: … Mi primer acercamiento a la música fue, porque mi mamá tenía una voz preciosa y muy linda y cada tanto cuando tenía algún, o cuando tenía ganas o tenía algún tiempo cantaba canciones, a ella le gustaba mucho por ejemplo “Reloj no Marques la Hora”. Es una canción de amor que yo de vez en cuando canto. Es un bolero, nunca compuse boleros solamente uno, y lo hice medio en chiste por lo cual nunca estuve de ese lado, pero sí reconozco que hay una transmisión que viene de mi madre. También de mi padre, porque mi padre amaba el jazz y él amaba sobre todo hacerme escucharlos los domingos a la mañana lo recuerdo, porque en la semana trabajaba de manera ardua. Una canción que él me hacía escuchar, una melodía que era muy linda que se llamaba “Marea Baja”, con ruido del mar y de las gaviotas que obviamente se perdió en el mare mágnum de You Tube y es muy difícil encontrar su versión original. Mi padre todos los domingos a la mañana me hacía escuchar algo que no era solamente Gershwin (Rhapsody in Blue), me hacía escuchar otro tipo de jazz; me mostraba y yo escuchaba atentamente porque no entendía muy bien cómo de un aparato salía música. Tengo un hermano y todavía nos reímos, porque él decía que de adentro del aparato musical debía haber enanos
que estaban tocando. Él tenía tres o cuatro años y había llegado a esa conclusión, con lo cual es completamente distinto a ahora, pienso que jamás un niño de cuatro o cinco años piense que hay enanos, porque bueno el enano funcionaba en aquel momento como una especie de mago. A partir de ahí, como me encantaba cantar lo primero que pasó, fue que en la escuela primaria cuando tuve la oportunidad de que me eligieran para el coro, directamente canté dos notas y me dijeron que yo no podía ir a cantar. Con lo cual evidentemente esa disonancia a mí me llamo muchísimo la atención, más allá de la angustia que me dio. En la adolescencia después sólo porque mi padre me había comprado una guitarra la empecé a tocar. Tuve una particularidad, lo que hice fue aprender sólo. Esto quiere decir que me pasaba tocando la guitarra horas y horas y horas y horas y horas hasta que podía embocarle en los tonos. Eso nunca más lo olvidé. Es un hábito que directamente si alguien me pone una guitarra en las manos, y ya directamente voy a la afinación. Y tuvo mucha importancia para mi encontrarme con los Rolling Stones cuando cantaban “No puedo encontrar satisfacción”. Efectivamente el encuentro con la satisfacción ya estaba reñida en mi adolescencia con la realidad. Eso me llevo después a la oportunidad de tocar la guitarra y empezar a hacer canciones que yo nunca las hice conocer porque consideraba que todavía no cantaba bien, pero las canciones fluían y todavía tengo algunas que recuerdo y las tengo anotadas pero nunca intenté desarrollarlas como profesional. Mi primer acercamiento a la estructura musical fue cuando empecé a cantar en un coro ahí empecé a desarrollar las voces, ahí desarrollé la voz. Obviamente ¿dónde podría haber sido el coro?, el coro pertenecía a una iglesia. En el coro cantábamos Vivaldi, el Credo y la verdad que era un coro fantástico, si bien lo recuerdo bastante complicado en su formato. Seguí haciendo canciones, después intente anotar, escribirlas, las hice las pude escribir en música pero nunca tuve mucha posibilidad, pero ahí empecé a cantar.
Seguí haciendo canciones y después la vida a mí y la pareja que hice con mi actual esposa Lili, con quien estoy desde hace más de treinta años, nos dió dos hijos. Y obviamente cuando apareció la posibilidad de transmitir la música, se la transmití a mis hijos. Pero ya, no con los boleros, sino le transmitía algo que para mí era muy importante ya que desde joven había participado como espectador de los encuentros de los inicios del rock nacional yendo a escuchar a Almendra y a Manal, mis hijos adaptaron la música ¿eso es una transmisión no? Mis hijos se adaptaron a la cuestión de la música sin que yo les exigiera lo más mínimo, ellos empezaron de jóvenes a tocar instrumentos, los dos son guitarristas, y los dos componen. Uno es guitarrista y bajista, el menor, y en algún momento se nos ocurrió hacer un grupo, pero solamente como diversión y como tal armamos un grupo que tenía como función presentarnos a hacer una serie de canciones seis, siete, ocho shows. Por mi parte algunas de las melodías las tomaba de lo que había construido en la adolescencia y la juventud. Mis hijos mismos cuando empezaron a componer determinó que nos juntáramos y formáramos un grupo que lo denominamos “Kamikazes en el Rosedal”. Sobre todo la palabra Kamikaze tenía un renovado sentido después del año 2000 y nos parecía que era un síntoma del tiempo. Además porque yo considero que el mejor CD de Spinetta, contiene el tema Kamikazes. Nuestra música no tiene nada que ver con Spinetta aunque todos en mi familia lo admiramos nos parece lo mejor de la música contemporánea argentina. Hicimos una serie de
shows hasta que tuve el infortunio de tener un ACV, por un desprendimiento de una ateroma desde la carótida izquierda, razón por lo cual tuve una afasia en el año 2010. Mi recuperación fue casi absoluta pero en aquel momento después de la afasia, yo me quede diciendo solamente dos palabras: No, y mi nombre Daniel. El resto no podía articular una sola palabra. Me recuperé, en el momento después, que fue desapareciendo el edema. Pero en el 2010 lo que me dijeron cuando averiguaron que hacía un año que habíamos hecho Kamikazes y ya prácticamente lo íbamos a dejar, el médico neurólogo me dijo que si yo cantaba era muy importante porque eso iba a determinar mi mejoría con respecto a la afasia. La afasia que es un punto aparte, porque en el primer momento de la afasia lo que yo escuchaba o me venía a la mente eran todos fonemas absolutamente desarticulados, hasta que finalmente se fueron ordenando. Gran parte de mi mejoría consistió en ensayar y presentarme entre el 2011, año en el que volví a cantar con el grupo, hasta el 2015 que concluyó, en una enorme cantidad de shows.
Fui mejorando la voz, porque había una cuestión muy importante, cuando cantaba no tenía dificultad. El famoso hemisferio derecho que los neurólogos dicen que existe y que es el lugar de la música para los que somos derechos, o sea, lo que tenemos dominancia izquierda en el cerebro evidentemente esto existe y provocó la aceleración de mi curación neurológica. Dada mi edad, cuando yo tenía 62 años decidimos ponerle fin, porque para mí era mucho esfuerzo hacer presentaciones tres veces por semana a las dos, tres de la madrugada. Habíamos grabado un CD nos empezaron a llamar de todos lados y tuvimos varias invitaciones importantes que no pudimos realizar. Decidimos que el grupo dejaba de tocar y quedó ahí en ciernes alguna posibilidad de volver a grabar y terminar un segundo CD. Como Ustedes ven, más que nada, es una transmisión que sucede de padre a hijo, y de hijo a padre, nuevamente es decir es el punto donde el falo se transmite más allá de lo que uno vea, más allá de una creencia, no se transmite obligadamente sino que es una transmisión casi enigmática, donde el otro en este caso los hijos lo empiezan a portar cuando el padre deja de hacerlo, en última instancia esa transmisión fálica obedece a el nombre del padre, con lo cual más allá de que podamos hablar del sinthome, el nombre del padre sigue teniendo vigencia porque a través de un enigma fálico, hay transmisión de una forma muy particular: enigmática.
¿Qué relación hay entre la música y el psicoanálisis? Como pasé por la afasia y leí a Jakobson que habla de Saussure, hay una diferencia entre sonido y sentido. Sonido y sentido no tienen una exactamente una amalgama, sino entre sonido y sentido hay una distancia y como decía antes una disonancia digo siempre que entre sonido y sentido podemos construir un acorde, por ejemplo entre el Do y el Do sostenido hay una diferencia entre un Mi y un Mi bemol, nada más pero solamente con una pequeña nota, es decir con una nota, hacemos un tono totalmente diferente y esto es lo que constituye la argumentación que estoy dando a conocer, el campo de lo Real, es decir que exige una diferencia entre sonido y sentido, insisto, la relación entre fonema y letra y acorde.
Bueno eso es lo que más o menos, le puedo contar. Espero que les haya parecido interesante y nos encontramos el fin de semana (*) que viene hasta luego.

C. Ps. en Gral. R.: Gracias Daniel, Usted ha explicado y comprendido lo que hace a su recuperación.

Daniel, habló de haber escrito un bolero por ahí si tiene ganas y si lo tiene, y nos lo quiere pasar, podemos publicarlo; haría al formato de esta entrevista.
También le quiero decir muchas gracias, creo hablar en nombre de todos los que formamos parte de Causa, cuando le digo que es un orgullo poder traerlo, convocarlo a nuestra ciudad para todo lo que hace a la transmisión de nuestro querido Psicoanálisis. Una transmisión que considero de su parte generosa, en lo que hace a su experiencia y a su decir.

D. P.: Bueno muchas gracias por su palabras, con respecto al bolero no, pero se puede poner una canción del CD que grabamos con mis hijos. La letra específica que habla más bien de una actualidad está en el quinto tema. Les voy a pasar el trailer del CD grabado en estudio que yo generalmente escucho. Bueno, les mando un saludo.

C. Ps. en Gral. R.: Lo saludo Daniel!

Compartimos con Ustedes el link, donde encontraran el CD. El tema al que hace referencia Daniel, en la entrevista es el corte 5: “El Bambi y el Consolador”.
Link: https://keer.bandcamp.com/ “El Viento del Emperador”, by Kamikazes en el Rosedal.

(*) la entrevista se realizó el 1 de Mayo 2017, días antes de su venida a Gral. Roca con motivo del Seminario sobre Psicosis.

Mayo, 2017.

Entrevistamos a… Silvia Amigo

El pasado 27 de Junio, a días de realizar el Seminario “La Adolescencia como segundo despertar sexual.
Estructura invariante y sus variantes hoy. ¿Cuál es hoy la subjetividad de la época?”, en nuestra Asociación Causa Psicoanalítica en Gral Roca, Silvia Amigo, nos otorga unos minutos de su tiempo, para poder contarnos cosas como: cómo entró el Psicoanálisis a su vida, o qué le gusta además del Psicoanálisis.
La Analista nos alcanza una reflexión personal, respecto a la dedicación que implica el ser un Analista. Definiendo desde el amor, a esta pasión que en un punto puede encontrar a los Analistas. Expresa: “… Yo siempre digo que el Psicoanálisis es una amante exigente. Se da a quien se da él, ergo, o sea toma mucho tiempo del psicoanalista. Los analistas estamos en relaciones con esta amante difícil, que es el Psicoanálisis. Si no le dedicamos mucho tiempo, no anda la cosa.”

"Rock and Roll". Dalí. (1956)

Causa Psicoanalítica en General Roca: Buenas noches Silvia, queríamos preguntarles ¿qué es para Usted el Psicoanálisis?

Silvia Amigo: El Psicoanálisis entró en mi vida en la encrucijada, en el cruce de un malestar mío acentuado en la adolescencia, con una transferencia. La historia es la siguiente, después explico lo del malestar, primero empiezo por la transferencia. Iba al colegio Nacional de Buenos Aires, donde había mucha gente que aún hoy es mi amiga, y uno de los muchachos de ahí era hijo de una didacta de la APA. Nunca había escuchado hablar del Psicoanálisis, jamás en mi vida, no sabía lo que era.
Había escuchado la palabra, pero me pareció una cosa rara que no sabía que significaba. Terminando el colegio, recorda que en ese colegio había ingreso directo a cualquier Facultad en aquella época, el hijo de esta señora, didacta de la APA, y yo íbamos a seguir Medicina. La señora pregunta “¿y.. alguno de ustedes va a hacerse psicoanalista?”. El muchacho contesta “No, ni loco mamá”, típico, y yo contesto: “Mi papá se muere si no hago Medicina, Medicina”. Y la señora subiendo las escaleras de su dúplex hacia su consultorio, me mira y me dice: “Bueno, vamos a ver si te atreves.” Wow!… Ahí sentí que me estaban diciendo una verdad, una verdad, y de ahí en más entró, no porque yo entendiera lo que era Psicoanálisis, sino por el efecto sujeto que había tenido una palabra de una mujer con la que yo tenía cierta transferencia. Era una mujer muy amable con nosotros.
Entró a mi vida, el Psicoanálisis. Es decir, de la mano de una transferencia en ese momento azarosa. Pocos años después, ya estudiando Medicina, iba a iniciar mi análisis personal.
El malestar. Yo le debo mucho a mis padres, me han dado una solidísima formación y me han avalado y apoyado muchísimo en la vida. Pero eran dos ingenieros, que creían absolutamente en el siglo de las Luces, en las ciencias y en que todo era calculable. Diría hoy, en que ya soy una analista freudiolacaniana, que creían que lo simbólico podía dominar por entero lo real. Nunca estuve totalmente contenta con la situación de mis padres sin que pudiera articular, desde chiquita, por qué me producía malestar. Pero en la adolescencia eso hizo eclosión. ¿Cómo hizo eclosión? Bueno el goce, justamente en la adolescencia, ¡el tema del que voy a hablar el fin de semana! El goce, no tiene lógica, no tiene forma de ser calculado, yo diría que el goce arruina la elegancia matemática de los cálculos de las ciencias duras, de la ingeniería. Y, en la adolescencia, había disputas importantes por los goces que, eh, obviamente en un adolescente se notan más que en un chico, si bien en un chico ya estaban. Es decir, el goce es inútil, y en la órbita de pensamiento donde ellos se habían formado, que era el cartesianismo y las ciencias duras, todo tenía que ser útil y tenía que tener una razón. Y el goce es sin razón. En la mitad de mi carrera empiezo a analizarme. Por supuesto estaba ahí, también, la problemática del enlace de goce – amor – deseo, en la sexualidad. Y la sexualidad también, no sirve para nada, y la reproducción de la especie no es, como sabemos, el fin de la sexualidad.
Este cruce, esta transferencia, me hizo comprender que el psicoanálisis, podía con el malestar más que la medicina que estaba estudiando. Por supuesto, la transferencia también estuvo presente en mi elección de mi carrera universitaria. Cuando yo salí del Nacional Buenos Aires, no tenía ninguna idea de lo que quería estudiar. Tenía ideas claras de lo que no quería estudiar. No quería estudiar Ingeniería, no quería estudiar cosas que me parecía a mí, en mi ingenuidad, que podía estudiar sola. No sabía qué podía estudiar. Pero un gran amigo, quizás mi amigo más amigo-hermano, que tuve la desdicha de perder hace unos años, y que tiene que ver con otra de mis pasiones que es la música; con él hacíamos música, hijo de médicos. Con él, entré a Medicina. Eso me decidió, iba a estudiar algo respetable acompañada de un gran amigo, y con la oportunidad de estudiar juntos y, seguramente hacer música mientras estudiábamos. En mitad de la carrera, ambos, mi amigo y yo nos empezamos a analizar. En cuanto me empecé a analizar, comprobé que era eso de “a ver si te atreves”, a matar al padre, al que adoraba y adoro, pero efectivamente tenía que salir de ahí. Y, empezó mi análisis y lentamente se fue abriendo en mi persona la idea de devenir analista, lentamente, lentamente.

C. Ps. en Gral. R.: ¿Y por qué Usted es Psicoanalista, Silvia?

S. A.: Creo que claramente la pregunta anterior se enlaza con esta, pero requiere algunas explicaciones, efectivamente. Porque podría haber sido que el Psicoanálisis, como lo hizo, hiciera que pudiera ingresar el goce, inútil, incalculable y que rompe la elegancia matemática de cualquier ecuación, sin que yo quisiera ser analista; pudiera haber sido que el Psicoanálisis entrara a hacerme lugar para el goce y “matar a mi padre”, es decir, desentender sus razones cientificistas, pero yo haberme dedicado a otra cosa. En realidad, eso de que el analista en principio es el analizante, que se hace analista de su propia experiencia, es algo que me empezó a suceder muy pronto. Empecé muy pronto, por supuesto dentro de la transferencia analítica, aunque no estuviera en ese instante adentro de la sesión, empecé a desglosar mis sueños, a desglosar mis fallidos y a hacerme un mapa de mi historia infantil; que por supuesto, fue teniendo muchas capas, de pasada, pasada una capa, pasada otra capa, iba entendiendo montones de cosas que me iban dando como el mapa o la estructura de mi subjetividad. Y, empecé a sentir que hubiera sido maravilloso hacerlo. Luego dije, y entonces, ¿por qué no hacerlo?, y comencé a formarme. Ya en tercer año de Medicina, empecé a ir a grupos de estudio de Freud. Empecé a formarme no sólo en mi análisis, aunque era principalísimo, sino en instituciones que enseñaban Freud. Compré obviamente las Obras Completas, y empecé a apasionarme con la lectura de Freud y analizando básicamente mis propios sueños. Yo tenía una gran producción, tengo una gran producción onírica.
Por supuesto era un conjunto de análisis de mis propios sueños más construcción del mapa de mi historia infantil. ¿Por qué dos ingenieros pueden hacer una psicoanalista? Yo creo que no hay nada más eficaz como recurso no oscurantista, el Psicoanálisis no es oscurantista se niega a la pretensión totalizante de la ciencia, sin ser oscurantista, ni de un misticismo, entre comillas, “trucho”. El Psicoanálisis es la herramienta más eficaz, para ponerle freno al enceguecimiento, al siglo de las Luces, que aun hoy sigue, o lo que Lacan llama Drang, empuje al saber, sin ser oscurantista. De niña, nací en la casa de mi abuela paterna, donde mi tía paterna era pianista, era una pianista importante, había estudiado con Scaramuzza. Fue maestra de armonía y composición, de Marta Argerich, y el sonido del piano, si bien ella tenía una inhibición de tocar en público, eso me hizo saber de muy pequeña lo que es un síntoma psíquico, porque tocaba maravillosamente bien pero no podía tocar en público, por eso no era concertista. Viví rodeada, literalmente, de música. Mi amor por la música nace con mi nacimiento, porque me rodeaba música cuando estaba en el moisés. Y entonces, el ritmo, la matemática con poesía que tiene la música, porque el que estudia armonía y composición, bueno difícil es transmitirlo en una entrevista tan pequeña, sabe que, armonía y composición implican enorme cantidad de operaciones matemáticas, a las que si no se le ponen poesía, no hay música, hay ruido, o hay simplemente una composición mecánica para aprobar un examen. Me hice Psicoanalista porque me apasionaba analizar mis propias transformaciones del inconsciente, y, mi propia neurosis infantil, sin la cual no hubiera sabido nunca quien soy, y, porque aprendí a borrar mi subjetividad para darle lugar a la de otro en la escucha que empecé a tener de los sueños de Freud, de los sueños de sus pacientes, de los casos clínicos, o sea, tenía casi les diría una felicidad, de borrarme subjetivamente.
En momentos de crisis, en momentos de problemas, una vez que entro al consultorio, se borra todo, es decir me borro subjetivamente y me ofrezco, como debe hacerlo una analista, creo que en eso soy aceptablemente buena, para que la subjetividad del paciente impacte mi presencia, la presencia del analista.

C. Ps. en Gral. R.: La última pregunta Silvia, tiene que ver con ¿qué le gusta hacer, por fuera del Psicoanálisis o además del Psicoanálisis?

S.A.: ¿Qué me gusta hacer además del Psicoanálisis?. Yo siempre digo que el Psicoanálisis es una amante exigente. Se da a quien se da él, ergo, o sea, toma mucho tiempo del psicoanalista. Los analistas estamos en relaciones con esta amante difícil que es el Psicoanálisis, sino le dedicamos mucho tiempo, no anda la cosa. Aun así, me queda tiempo para cosas que tienen que ver básicamente con la música. También hay otras cosas que tienen que ver con el movimiento del cuerpo. Me gusta mucho andar en bicicleta, si viviera como Ustedes cerca de la nieve creo que todos los años me la aprovecharía para esquiar. Pero principalmente lo que está en el corazón de mi goce, fuera del Psicoanálisis, es la música. Si bien nací rodeada de música clásica y de hecho, tengo los abonos del Colon, de Mozart, lírica, y, si viajo y hay una ópera en la ciudad, si puedo y consigo pasajes, voy a ver la ópera, o el ballet, o la sinfonía, o la música de cámara. Me gusta, es decir, mi música, la música de mi adolescencia es el Rock and roll. Creo, es una idea mía, que el rock and roll es un grito contra la opresión de los dos totalitarismos, el imperio americano, el rock es también un canto contra Vietnam, y el imperio soviético, es decir no queremos a ninguno de los dos. Es una música, de una alegre rebeldía, de una alegre rebelión. Forme parte de bandas de rock, toco la guitarra, canté rock. Y se añadió muy rápidamente a eso, un gusto que tiene que ver también con el esquí, la bicicleta, que es el cuerpo. Movimiento del cuerpo con el aire, me gusta mucho bailar, bailo rock, desde muy chiquita tengo pocas posibilidades de hacer rock, en realidad porque casi nadie baila rock and roll, el rock and roll no es twist ni es suelto. Rock and roll, hay que bailarlo, es decir es un baile muy reglado, hay que saber bailarlo, no es que sea difícil. Hay que saber bailarlo, y no es muy corriente encontrar con quien. Como sorpresa, porque siempre hay sorpresas aunque uno sea grande, hace unos quince años ingresó a mi vida, porque gente que bailaba conmigo rock and roll me decía “vos bailas, tenés buen sentimiento de la música en el cuerpo”, empecé también a bailar Tango. Que yo consideraba una música de moda, que todos bailaban porque estaba de moda, y qué se yo y que se cuánto; bueno, descubrí que es adictivo, de hecho Ustedes me están haciendo esta entrevista en este horario, donde acabo de volver de una tomar una clase con Roberto Canelo, que es una de las eminencias del tango, que enseña estilo, posturas, etc. Por supuesto tampoco, es corriente que alguien baile tango en una fiesta que uno vaya, pero hay muchos lugares para hacerlo. Pero básicamente, es la música.
La música tanto ejecutarla, cantarla, como bailarla. Porque hay algo de goce de cuerpo, que verdaderamente es apasionante. Insisto en los intervalos, que deja esta profesión tan, pero tan exigente. Que se da a quien se le entrega.

C. Ps. en Gral. R.: Gracias Silvia, por acompañarnos en esta propuesta y formato de entrevista.

Julio, 2017.

Entrevistamos a… Sofía Milanesi

Sofía, de 25 años, al momento de la entrevista se encontraba recientemente recibida en la carrera de Psicología en la UBA. Oriunda de Zárate, vive en capital Federal. Y desde el cursado de la materia Psicopatología ha desarrollado una curiosa actividad, que comenzó siendo anónima. Sus caricaturas en forma de diálogos de historietas entre Freud y Lacan son definidas por la autora como una forma de apropiarse conceptos, pudiéndose reír. Sus historietas se hicieron esperadas en cada salida en la web, y llegaron a compartir espacios en publicaciones de revistas de movimientos y asociaciones psicoanalíticas.
De su propio decir y sentir: “…En ese momento empecé a hacer algunos dibujos en los márgenes del cuaderno y empezaron a surgir estas historias, también un poco acercándose a los conceptos, a la teoría de una forma más divertida, cariñosa también, porque es una forma de apropiárselos, para mí, pudiéndose reír. Me parece que eso es bastante liberador en un punto, de todo lo que es la carga del estudio y también como que une.”
Actualmente, trabaja en la cátedra de Psicopedagogía Clínica (UBA) y continúa con su taller de arte con niños.
Sofía ha obsequiado a Causa Psicoanalítica en Gral. Roca dos obras de arte en forma de caricaturas, una de Freud y otra de Lacan, nuestros maestros y guía.

FREUD1-a
"Freud" - por Sofía Milanesi (2017)
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"Lacan" - por Sofía Milanesi (2017)

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Sofía, a tan solo días de tu recibida en la carrera de Psicología, queremos hacerte llegar nuestro saludo y felicitarte por lo logrado. Hoy podemos sumarte a nuestro espacio de “Entrevistamos a…” como manera de agradecer el presente que has realizado a nuestra Asociación. Estas dos caricaturas, que hemos hecho públicas esta semana, las atesoraremos como parte de nuestro patrimonio, con gran afecto.
Sofía, ¿qué es para vos el Psicoanálisis?

Sofía Milanesi: ¡Muchas gracias! Sí, la verdad que han sido unas semanas muy emocionantes estas que pasaron con la recibida y todo, estoy muy contenta. Esa pregunta en este momento tiene mucho valor, ¿qué es el Psicoanálisis para mí? Una
forma de pensar, una forma de ver el mundo, y sobre todo una forma de entender a las personas que a mí me acompaña desde siempre. Es algo que respire en el aire desde chiquita porque mi mamá es psicóloga psicoanalista, así que yo de chica jugaba en su consultorio y el Psicoanálisis es algo que siempre estuvo ahí a mano. Para mí es una forma de, cómo te digo, de entender a las personas, la subjetividad y en este momento después de haber cursado la carrera de Psicología y entender que la Psicología es una disciplina que está en el ámbito de la salud, es una forma de ayudar y se me hace mucho más presente esta parte del Psicoanálisis que no queda sólo en lo filosófico. Sino que, es una forma de poder ayudar en el sentido de  comprender el padecimiento que puede estar pasando una persona, padecimiento psicológico y comprometerse con nuestra tarea que es dentro del ámbito de salud mental.

C. Ps. en Gral. R.: Para nuestra segunda pregunta, podemos entender que todavía quizás no estés definida hacia una teoría o hacia lo que te quieras dedicar, así que la respuesta va a hacer cambiar el interrogante. Aun así, nos arriesgamos. ¿Por qué el Psicoanálisis para vos?

S.M.: Bueno, como decía antes, el Psicoanálisis, que es algo tan conocido para mí y un poco la forma con la que siempre comulgue haciendo esta carrera. Sí, conocí otras ramas de la Psicología y elijo el Psicoanálisis porque me parece que de todas, es la que puede captar mejor la complejidad de lo que es la subjetividad, de lo que es el funcionamiento de cualquier persona, no?. Sobre todo eligiendo el Psicoanálisis, los autores y las teorías que me lleven más por ese lado de la complejidad, tratando de no hacer relaciones lineales y simplistas, de causa y consecuencia sobre los padecimiento de las personas, tratando de comprender que hay una multiplicidad de factores que están presentes y creo que el Psicoanálisis es la única rama de la Psicología que se propone o puede incluir dentro de su proyecto de salud, un proyecto de autonomía para la persona, un proyecto donde se puede tender a ayudar a que ese sujeto realice un cambio, justamente desde su subjetividad y no solamente desarmando un síntoma o enseñándole algo como una terapia más pedagógica. Sino que sea un cambio subjetivo, esto quiere decir integrado en su historia, haciendo una relectura de lo que le sucede y adquiriendo herramientas personales en esa terapia; y que le ayude en un proyecto de autonomía y de crecimiento subjetivo, por eso yo elijo el Psicoanálisis y estoy muy segura de ello también.

C. Ps. en Gral. R.: ¿Por qué dibujar?, ¿por qué en este estilo de historieta?, y si esto es lo que has elegido, ¿por qué en este estilo de historieta?

S.M.: Dibujar es una de las actividades que más me representan siento yo, es algo que hice toda mi vida. Si bien en forma autodidacta, o con los conocimientos que fui adquiriendo en distintos momentos por un recorrido propio, no que me haya formado.
Es una de las disciplinas dentro de lo artístico que me acompaña desde siempre, y también me gusta pintar y es muy interesante como se unió el dibujo con la carrera de Psicología o los estudios de Psicología en este caso. Porque yo nunca había hecho historietas, nunca había hecho humor gráfico y en algún momento se me había presentado como algo más disyuntivo, o lo artístico o la carrera académica, no encontraba forma de juntarlos. Siempre pretendía sostener los dos intereses porque realmente son parte de mi vida, pero hasta ese momento quizás no había  encontrado la forma de juntarlos y cuando estaba cursando la materia de Psicopatología, y estaba haciendo la ayudantía de la materia Psicoanálisis Freud, tenía mucho Psicoanálisis en mi cabeza. En ese momento empecé a hacer algunos dibujos en los márgenes del cuaderno y empezaron a surgir estas historias, también un poco acercándose a los conceptos, a la teoría deuna forma más divertida,  cariñosa también, porque es una forma de apropiárselos para mí, pudiéndose reír. Me parece que eso es bastante liberador en un punto de todo lo que es la carga del estudio y también como que une. Mis compañeras lo empezaron a ver y ese resultado me hacía ver que podía compartir ese gesto común de la risa como algo que entendemos. Me hizo seguir explorando ese mundo de las historietas que finalmente me llevo a crear las aventuras animadas de Tata Freud. Y todavía es como una puerta abierta. Todavía, por cuestiones de la carrera y demás, a veces es difícil organizarse en los tiempos, estoy explorando ahora más sobre el dibujo, y un poco de animación entre otras cosas; todavía no es público, es un momento de investigación mío y estoy viendo a dónde me lleva porque me parece que es una forma de expresarme, que yo encontré, que es bastante gratificante.
Y agrego, en esta forma de expresarme de poder contar algo, de alguna forma de poder decir algo de lo que vengo estudiando del Psicoanálisis, o veremos más adelante si abarco otros temas también.

C. Ps. en Gral. R.: Despedirte diciéndote que has hecho crecer, y mucho, a nuestra Asociación con tu compromiso en el obsequio, con tu palabra. Muchas gracias Sofía.
S.M.: Muchas gracias por la entrevista, por las preguntas. Estuve viendo un poquito la página y se ve trabajo, entusiasmo y formación. ¡Que sigan creciendo! Siempre hay que seguir estudiando. Me acercaré cuando ande por la zona. Les mando muchos saludos, seguiremos en contacto. Muchas gracias Causa Psicoanalítica en Gral Roca.

Usted podrá encontrarse con las historietas en el link:
facebook.com/AventurasAnimadasDelTataFreud

Agosto, 2017.

Entrevistamos a… Pablo Amster

En entrevista, el Licenciado y Doctor en Ciencias Matemáticas, y actual Profesor Asociado y Director del Departamento de Matemática, e Investigador Principal del CONICET, nos permite conocer algo de su amor en su entrega a su quehacer.
Vale expresar, continuando con su presentación, que para Causa Psicoanalítica en Gral. Roca, es uno de los matemáticos que nos ha sabido sacar de más de un apuro, cuando Lacan nos habla en matemática y topología.
Respecto a la conexión que logró entre la matemática y el psicoanálisis entre otras cosas, nos expresa: “… se trata de constituir un espacio en donde puedo hablar de cuestiones de matemática, dialogar con aspectos de la filosofía, de la lingüística. Por supuesto, como espacio de charla, de conversación, es ideal para mí, ya que en el psicoanálisis confluyen muchas de las cosas de las que a mí me gusta conversar. …”.

"Guitarra sobre una mesa". Picasso (1914)

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Buenas noches Pablo, gracias por tu amabilidad en permitirnos realizar la entrevista. La misma es un espacio más que ofrece nuestra Asociación, al que llamamos “Entrevistamos a…”.
Hemos retomado la importancia para los analistas de la transmisión, formación, y lazo, y estas entrevistas, en formato de tres preguntas (siempre las mismas) recrean la propuesta.
En esta oportunidad, comenzaremos por preguntar ¿qué es la matemática para vos?

Pablo Amster: la matemática es en primera instancia un lenguaje; se ha dicho alguna vez que es un lenguaje bien hecho. Justamente en ese sentido es diferente de otras actividades, otras disciplinas como pueden ser las ciencias: las ciencias empíricas, por supuesto, pero la ciencia en general. De alguna manera, la matemática está muy emparentada con la creación artística, porque lo que uno hace en matemática no es estudiar un universo dado de antemano, sino que de cierto modo crea sus propios universos, crea su propio objeto de estudio. ¿Por qué yo me decidí a ser matemático?
Esto quizás es algo difícil de explicar en general porque, de hecho, cuando uno se pone a estudiar matemática no sabe bien de qué se trata y cómo va a ser la actividad del matemático. Pero, a grandes rasgos, puedo decir que cuando estaba en la escuela me gustaban muchas cosas: me gustaba particularmente la literatura, me dedicaba bastante a la música, me gustaba muy especialmente la filosofía… esas eran mis líneas y de pronto, sorpresivamente me puse a estudiar matemática. Digo “sorpresivamente” porque la gente que me conocía me preguntaba ¿qué te pasó?, ¿cómo es que a vos te gustaban tantas cosas lindas y te pones a estudiar matemática? El común de la gente no le tiene mucho cariño a la matemática, pero para mí, al menos visto ahora después de unos cuantos años, es una decisión coherente justamente con todo eso que me gustaba. La matemática como dije al principio, es un lenguaje y es un lenguaje de enorme potencia creativa y expresiva. Creo que es la manera que yo encontré de conjugar todos esos elementos.

C. Ps. en Gral. R.: Pablo, ahora si, y ¿qué es el Psicoanálisis para vos?

P.A.: Desde un punto de vista muy personal puedo decir que el psicoanálisis, para mí, es un espacio de interlocución, más allá de lo que es el psicoanálisis como práctica, de la cuestión que hace a la clínica, y más allá también, en realidad, de las objeciones o de las críticas que se suelen hacer desde las ciencias duras al psicoanálisis. Para mí, en realidad, lo interesante pasa por otro lado: se trata de constituir un espacio en donde puedo hablar de cuestiones de matemática, dialogar con aspectos de la filosofía, de la lingüística. Por supuesto, como espacio de charla, de conversación, es ideal para mí, ya que en el psicoanálisis confluyen muchas de las cosas de las que a mí me gusta conversar. Como matemático, siempre me gustó hacer una especie de acompañamiento a la lectura, particularmente de Lacan, que es algo que tan entretenido tiene a tantos psicoanalistas. Mi idea es, ya que Lacan toca tantos aspectos de la matemática, en lugar de discutir, de criticar o incluso ridiculizar como hace Sokal, o como hace mucha gente dentro del ámbito de las ciencias duras, es decir: no me voy a poner en esa postura sino simplemente explicar esos conceptos matemáticos; como dije, acompañar la lectura. La intención de fondo es que si el lector de Lacan tiene que verse en dificultades, que no sea a causa de la matemática. Por supuesto que después, una vez allanado el camino de ese terreno
matemático, los psicoanalistas tendrán que vérselas con un montón de otras cuestiones y discutir. Pero lo importante para mí es que los conceptos matemáticos que se usan puedan al menos ser comprendidos desde la matemática. A veces hay que hacer un gran esfuerzo de traducción, o de tratar de entender qué es lo que Lacan quiso decir, cuando hizo uso de algún termino matemático. Pero lo que debe entenderse es que no se trata de una aplicación de la matemática como se hace por ejemplo en la física, cuando uno construye un modelo matemático para explicar algún fenómeno. El psicoanálisis no hace ese uso de la matemática; después es eso, todo lo demás es una larga discusión posible: si Lacan la utilizó como metáfora o no, etc. Pero mi rol en esta interlocución consiste en explicar los conceptos para que, en lo posible, no se diga cualquier cosa.

C. Ps. en Gral. R.: Pablo, y ¿por qué la música?

P.A.: Me dediqué a la música desde chico, por muchos años estudié guitarra, estudié teoría musical y, en algún momento, me dediqué profesionalmente a la música. Suelo decir siempre en chiste que me dedicaba a la música hasta que, a pedido del público, me dediqué a la matemática. Cosa que de alguna manera es así. Claro, cuando ya se puso seria mi relación con la matemática, cuando hice un  doctorado y ya me empecé a dedicar a la investigación, no pude sostener las dos carreras juntas. Pero de todas formas hay una línea coherente ahí. Como dije al principio, para mí estudiar música y estudiar matemática no son cosas  completamente disjuntas; hay una relación muy profunda entre una y otra. Hay una frase muy linda de Borges, que escribió justamente hablando de la matemática. Dijo: “como la música, las matemáticas prescinden del universo, cuyo ámbito  comprenden y cuyas secretas leyes exploran”. En ese sentido hay una conexión más profunda entre la matemática y la música, que, entre la matemática y otras artes, por ese nivel de abstracción que maneja la música. Leibniz dijo que la música es un ejercicio de aritmética  inconsciente; de paso metemos ahí un término que tiene que ver con el  psicoanálisis: de hecho, Leibniz fue el que hablo del inconsciente quizás por primera vez.
Como dije al principio, hay una conexión entre todas las cosas que me gustan y ese
lenguaje, de alguna forma ordenador de todo esto, que es la matemática.

C. Ps. en Gral. R.: Muchas gracias, Pablo.

P. A.: Por supuesto. Hay muchísimo más para decir sobre estos temas, así que estamos en contacto. Muchas gracias.

Septiembre, 2017.

Entrevistamos a… Cecilia Montes

La analista nos comparte algunas preguntas de su andar psicoanalítico, invitándonos con ello a un reflexionar en voz alta, sobre el Psicoanálisis. “…Entonces si hay un sufrimiento, un padecimiento psíquico que es inherente y estructural al ingreso al mundo de la cultura y del lenguaje, ¿qué nos autoriza a intervenir? Lacan dice justamente, cuando hay un penar de más; entonces ¿qué invitamos nosotros, a hacer al paciente con ese penar de más?…”

Cecilia Montes

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Hola Cecilia, buenas noches!. Antes que nada agradecemos tu participación a realizar esta entrevista, formando parte del espacio “Entrevistamos a…”  Queríamos preguntarte, ¿qué es para vos el Psicoanálisis?


Cecilia Montes: Quiero decir que, estoy super agradecida de que piensen en mí para la entrevista, y a mí, por animarme.
Para mí, para poder pensar qué es el psicoanálisis, que es una pregunta bastante amplia, hay una frase de Lacan que a mí me gusta mucho; que está en el Seminario XI, que, justamente cuando Lacan está preguntándose en relación a que el psicoanálisis es hijo de la ciencia, pero si ¿es el psicoanálisis una ciencia?. Frase que está en los primeros capítulos del Seminario XI. Lacan ahí habla como de una posible definición para empezar a hablar del psicoanálisis, y dice: es el tratamiento dispensado por un psicoanalista. Lo cual me pareció re interesante porque hay como dos palabras ahí, por un lado tratamiento y por otro lado psicoanalista ¿no?, o sea, qué es el tratamiento que lleva a cabo un psicoanalista, y, qué es ser un  psicoanalista. Y bueno, los psicoanalistas nos ocupamos del padecimiento psíquico, del sufrimiento, del padecimiento con el cual vienen los pacientes a análisis. Lacan dice que hay un padecimiento que es estructural y que tiene que ver con el precio que todos los que somos sujetos neuróticos hemos pagado, pagado por devenir seres hablantes ¿no?, parlêtres, o sea que el ingreso a la estructura inevitablemente implica una pérdida de ese goce absoluto que Lacan también lo llama el bien supremo y de esa pérdida de ese goce absoluto nos queda, dice, como consuelo los pequeños goces en más o en menos. O sea los plus de gozar. Entonces si hay un sufrimiento, un padecimiento psíquico que es inherente y estructural al ingreso al mundo de la cultura y del lenguaje, ¿qué nos autoriza a intervenir? Lacan dice justamente cuando hay un penar de más, entonces ¿qué invitamos nosotros, a hacer al paciente con ese penar de más? con ese goce opaco, con ese goce podrido como lo llama Lacan y la propuesta del psicoanálisis podría decirse, es que el sujeto pueda hacer otra cosa que quedar atrapado con las marcas de su historia. Isidoro Vegh dice es hacer de un destino un estilo, es decir, un saber hacer con ese goce excedentario, uno podría pensar que en lo peor de uno está lo posible mejor de uno. Sería como en el análisis usar todo el material explosivo inflamable que uno tiene y ponerlo a favor de uno, lo cual no es poco. En el recorrido del análisis un sujeto, podríamos pensar de lo más light a lo más profundo, va más liviano por la vida y bueno, si llega a su fin, al final del análisis va a salir refundado de esa experiencia. Como que, en el sujeto hay un antes y un después en relación a que hay un surgimiento de un nuevo sujeto. C. Ps. en Gral R.: Cecilia, y ¿por qué sos psicoanalista?

C.M.: ¿Como empecé a pensar en ser psicoanalista?…yo creo que fue en la secundaria, bastante tempranamente cuando, en un momento me di cuenta de que estaba todo el tiempo haciéndome preguntas, preguntas por la causa, por la causa que podía ser de una ecuación matemática, de algo que estaba estudiando, o preguntas que me hacía respecto a cosas que veía en la vida o que escuchaba, o sea, que estaba muy pensante y pensando en el por qué de todas las cosas que sucedían. Y bueno, había una relación mía con el saber y por supuesto, a la vez, con la falta de saber. Yo, ya en tercer año sabía que quería ser psicóloga, no ya psicoanalista porque todas esas diferencias no las sabía aún, las pude descubrir más adelante en mi carrera universitaria. Yo ya en tercer año, sabía esto, a pesar de que no me gustaba Psicología como me la daban en el secundario, pero se ve que pude diferenciar que eso no tenía que ver con el Psicoanálisis, no sé por qué, y bueno, después yo estudié en la Universidad de La Plata y es una carrera que en ese momento tenía una impronta del Psicoanálisis lacaniano y, bueno, cuando lo descubrí no lo pude
dejar, me atrapó.

C. Ps. en Gral. R.: ¿Qué es lo que más te gusta hace por fuera de tu profesión?

C. M.: Lo que estoy haciendo además de mi práctica analítica es estudiar inglés, que eso fue algo que, si bien yo tengo una hermana viviendo en el extranjero y eso fue lo que me hizo, y lo que me hace sostenerlo a veces en determinado momento, pero que siempre fue como un idioma que me atrajo mucho, que tiene que ver con algo de mi papá. Y es algo que me da mucho placer, me permite hacer lazo social y aprender. Es algo que disfruto, si bien tiene que ver con lo intelectual, pero es algo que hago con sumo placer que es estudiar inglés.
No tengo tiempo para algunas cosas más que me gustaría hacer, pero ya llegará.

C. Ps. en Gral. R.: Muchas gracias Cecilia, por compartir este tiempo con nosotros, y acompañarnos en la propuesta de hacer lazo social entre los analistas.

C.M.: Un gusto haber compartido este espacio.

Espacio de “Entrevistamos a…” de Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: A cargo de la
Analista Gabriela Casariego, en entrevista y edición, y de la Analista Virginia González, en arreglos y puesta en Fan Page.

Octubre, 2017.

Entrevistamos a… Silvana Navone

La analista, en entrevista y de manera generosa, nos cuenta su encuentro con el Psicoanálisis…”Y un poco así, sorprendida por todo esto y con ciertos temores, me anoté en la carrera de Psicología y me puse a estudiar Psicología pero siempre pensando que lo que yo quería hacer, era eso que hacía Freud, escuchar el sufrimiento de las pacientes histéricas en aquel momento, y trabajar con ese síntoma y aliviarles el sufrimiento.”

“Young Woman Knitting” - Berthe Morisot (1883)

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Gracias Silvana por haber participado en esta entrega de Entrevistamos a…con vos realizamos la entrega de la última entrevista de este ciclo 2017, lo cual es un honor que nos acompañes. Silvana, Causa quiere saber, ¿qué es para vos el Psicoanálisis?


Silvana Navone: Hola, buenas noches primero antes de dar respuesta a la pregunta, quería agradecerte y agradecerles por haber pensado en mí para hacer la entrevista. ¿Qué es el psicoanálisis para mí?, no me resulta una pregunta sencilla en el sentido de que, hablar de psicoanálisis implica si o si hablar de analista. Lacan define en el seminario XI, que el psicoanálisis es, un tratamiento que es dispensado por un psicoanalista. Y bueno, yo creo que es así, el psicoanálisis es una praxis, es un modo particular de trabajar con el sufrimiento humano y en ese sentido creo que es una praxis que genera alivio ya que quien escucha el sufrimiento lo escucha desde un lugar muy particular, es decir que quien escucha da acuse de recibo de eso que escucha y hace algo con ese sufrimiento, y eso de por si implica alivio al padecimiento por el cual los pacientes consultan. Y pensaba en esto, que me resultaba, difícil definir el psicoanálisis sin hablar del analista porque, un poco mi encuentro con el psicoanálisis tuvo que ver con eso. Yo me encuentro con el psicoanálisis leyendo a Freud, leyendo como Freud trabajaba con las histéricas.

C. Ps. en Gral. R.: Silvana, ¿por qué sos psicoanalista?

S.N.: Como que la respuesta a la primera pregunta, consideré que podía continuar hablando después.
¿Por qué soy psicoanalista?…la primera vez que me encontré con el Psicoanálisis fue leyendo un libro de filosofía “El mundo de Sofía”, que es un libro maravilloso que me encantó. En ese momento yo estaba estudiando medicina, haciendo el curso de ingreso para la carrera de medicina en La Plata por segundo año, por segunda vez, y leyendo lo que Freud hacía, lo que describía en ese libro sobre quien era Freud y cuál era su trabajo, básicamente hablaba de lo que hacía Freud con las histéricas, lo que yo pensé fue: yo quiero dedicarme a esto, no quiero ser médica. Por lo menos no en el sentido que yo entendía en ese momento, que se trataba la medicina. Y bueno, así fue como al momento de rendir ese examen de ingreso a la carrera de medicina, me encontré con los efectos del inconsciente, porque en el momento de ese examen yo corregí unos ejercicios que sabía que estaban bien, los borré y los hice mal, así que cuando terminé el examen supe que había desaprobado. No fue tan fácil, en ese
momento darme cuenta de todo esto. Esta, es una lectura que pude hacer tiempo después en mis análisis posteriores. Y un poco así, sorprendida por todo esto y con ciertos temores, me anoté en la carrera de Psicología y me puse a estudiar Psicología pero siempre pensando que lo que yo quería hacer, era eso que hacía Freud, escuchar el sufrimiento de las pacientes histéricas en aquel momento, y trabajar con ese síntoma y aliviarles el sufrimiento. Yo la verdad, que en aquel momento no tenía
demasiada idea de que era el Psicoanálisis, simplemente tenía en el horizonte esta lectura de Freud.
Poco a poco, en los distintos análisis, fui como reencontrándome, con eso primero que había pensado, y bueno hoy puedo decir que por eso soy psicoanalista. Sin dudas el encuentro con Freud me marcó. 


C. Ps. en Gral. Roca: la última pregunta tiene más que ver con, por donde pasa el deseo, por fuera de lo que es el deseo del analista, por fuera de la tarea de la clínica. Tiene más que ver con un deseo personal. ¿Por qué te gusta tejer, por qué tejes a crochet?


S.N.: Diría que tengo tres grandes pasiones, cuatro! grandes pasiones en realidad. No son tres, son cuatro. Ser analista, mi trabajo como analista. Tejer es otra de mis pasiones y me da la posibilidad de encontrarme con lo que puedo hacer, de ir dándole forma a distintas ideas y ver todo eso en un producto terminado. La satisfacción que produce todo eso es maravillosa. Supongo que el tejido es algo que he mamado desde pequeña, que viene por el lado de mi abuela y que bueno es algo que me ha marcado, que ahora de grande he descubierto que me apasiona. Y voy armando, desarmando, volviendo a armar, volviendo a hilar y me parece que puedo, incluso, establecer relaciones conceptuales y clínicas, no puedo armar figuras topológicas pero muchas veces me ayuda el tejido, a pensar las figuras topológicas. Otra de mis pasiones es correr, amo correr. Correr me permite ser libre, y es una actividad realmente liberadora y es maravilloso el contacto con la naturaleza. Y otra de las pasiones, es el inglés, el estudio de la lengua inglesa. Este año tuve la dicha de visitar el museo de Freud, en Londres, y pude aunar ambas pasiones. Fue maravilloso. 


C. Ps. en Gral. R.: ¡Muchas gracias Silvana!
S. N.: Gracias a vos por haber pensado en mí y darme el espacio de la entrevista. Me dejé llevar y fluyeron las palabras.

Noviembre, 2017.

Entrevistamos a… Verónica Romero

Nacida en Corrientes, y radicada en nuestra ciudad desde el año 2010, ejerce la clínica psicoanalítica con niños siendo parte del equipo de CENTIR, como también en consultorio particular. Actual vicepresidente de la Asociación. Hoy nos permite entrevistarla.
Nos dice acerca del psicoanálisis: “Lo pienso sin dudas, como una postura ética y teórica que me orienta tanto en el trabajo con mis pacientes como también en el trabajo con los equipos de atención de los que participé y de
los que participo actualmente.”

“Joven mujer maquillándose” – Berthe Morisot (1877)

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca: Hola Verónica, es un gusto poder entrevistarte en este comienzo del segundo año del ciclo “Entrevistamos a…”. Verónica, ¿qué es para vos el  Psicoanálisis?
Verónica Romero: Ante todo muchas gracias por pensar en mí, para una entrevista de este ciclo.
¿Qué es el Psicoanálisis para mí? Yo cuando empecé a leer acerca del psicoanálisis, creo que a mí se me abrió un mundo, para mí es una forma de escuchar y de pensar muy distinta y aun después de tantos años del movimiento freudiano sigue siendo una forma revolucionaria de escuchar el sufrimiento humano. Lo pienso sin dudas, como una postura ética y teórica que me orienta tanto en el  trabajo con mis pacientes como también en el trabajo con los equipos de atención de los que participé y de los que participo actualmente. Ahí el entrecruzamiento de discursos, hacen que la ética tenga una importancia  para mi crucial. La concepción del inconsciente creo que fue lo que me  atrapó del psicoanálisis. Y eso hace que pueda tomar, de ahí, una postura ética para pararme ante las complejidades que se me van presentando. 

C. Ps. en Gral. R.: ¿Por qué elegiste el Psicoanálisis?
V. R.: Esa es una pregunta que todavía no podría responder con certeza, pero tengo alguna sospecha, algunas sospechas ¡sí! tengo. Me recuerdo adolescente, que tuve una época de  mucha angustia y la psicopedagoga del colegio al que iba, me llamaba seguido para que hablemos. Yo iba a un colegio, que por ese entonces no era de muchos alumnos y eso hacía que no  fuéramos anónimos, en nuestra forma de estar y de transitar el día a día, ahí. La psicopedagoga estaba muy atenta a todos, y supongo que en aquel  entonces pensé que eso era lo que yo quería hacer, escuchar a los que  sufrían y que mediante algo de mi trabajo yo pudiera ayudar a que sufran lo menos posible.
Después pienso en mi ingreso en la  facultad, que tuvo que ver con ese  pensamiento, y que no sabía que era el psicoanálisis, pero inmediatamente que empecé a leer a Freud y después a Lacan, supe que eso era lo que yo quería desde siempre. Que ese modo de pensar a mí me apasionaba. Pero bueno, la decisión de ser psicoanalista, finalmente, tuvo que ver, creo yo, con dos experiencias muy fuertes y determinantes creo yo, no sólo como analista sino a nivel personal.
Una fue mi paso por el hospital en una residencia interdisciplinaria en salud mental que tenía orientación psicoanalítica, y el otro, el trabajo en un centro educativo terapéutico. Supe que el psicoanálisis seria siempre mi sostén ahí, y mi guía. La residencia me llevó a trabajar con pacientes graves y con sus familias, sus realidades sociales. Me llevó también a trabajar en barrios que no sabía ni que existían, y en realidades que no imagine jamás. Las intervenciones en las guardias, en el hospital de día y en las internaciones, el psicoanálisis siempre
estaba ahí, sin ceder un solo paso. Me enseño la residencia a compartir el trabajo en equipo, a transmitir en los ateneos, en las clases, en los otros sectores del hospital donde éramos llamados a escuchar eso que no andaba. Por otro lado el centro  educativo terapéutico, me enfrentó con la gravedad en la infancia y también en la adolescencia, creo que ambos espacios fueron posibles de sostener gracias a mi posición desde el psicoanálisis.


C. Ps. en Gral. R.: ¿Qué te gusta hacer por fuera del psicoanálisis?, por fuera  de tu profesión; cuando pensaba en vos y en esta pregunta, vino a mi  mente la pintura del rostro, el  maquillaje, pero…¿nos contás?
V. R.: pensar en algo, como definirme en una sola cosa, me resulta muy  difícil. Podría decir que a mí me gustan
hacer muchas cosas, que siempre estoy incursionando en algo nuevo, aprender algo nuevo, que siempre encuentro algo que tengo pendiente por  aprender. Me gusta escribir. Hice  algunas publicaciones, hoy escribo pero sin publicar. La costura, es algo  de lo que también disfruto, la cocina  sobre todo lo que tiene que ver con comidas que me recuerden sabores de mi infancia, y sí, actualmente el maquillaje es una de mis actividades preferidas, empecé con un curso y  ahora espero seguir aprendiendo. Pero bueno, este año recién empieza así que veré por donde van mis ganas.


C. Ps. en Gral. R.: Muchas gracias  Verónica por darnos estos minutos, de prestarnos tu palabra. Estoy segura que serán la posibilidad de las palabras de otros, que leyéndola se entusiasmen, se presten a esto de  poder contarse dentro del  psicoanálisis. 
Entendiendo a este espacio, como una posibilidad más a la transmisión, la  formación y el lazo entre analistas.
V. R.: Gracias a vos, por ser compañera en esta causa, y por el honor de la entrevista.


“Entrevistamos a….” – Edición Marzo 2018 – 2° año
Entrevista, transcripción y edición: Analista y socia Gabriela Casariego.
Arreglos, edición y publicación en Fan Page: Analista y socia Virginia González.

Entrevistamos a… Cecilia Guaragna

En esta oportunidad Entrevistamos a…, nos cuenta de Cecilia Guaragna, artista plástica de profesión. Por ello, las preguntas a las que el espacio nos tiene acostumbrado presentar, cambian, acomodándose al rumbo que hoy nos guía.

Cecilia, en compañía de Causa Ps. en Gral. Roca, nos acerco su arte, en el seminario del pasado 4 de Agosto 2018. Presentando dos de sus producciones, correspondiente a la muestra que lleva por nombre “Fin del Mensaje”.
Cecilia Guaragna. Nacida en Junín, provincia de Buenos Aires.  Atravesando los azares que la vida le presentó, se valió de sus estudios en bibliotecología, para así trabajar, y poder pagarse la carrera de artista plástica. Cuenta la artista a Causa Ps. en Gral. Roca, que comenzó a trabajar en el pueblito de Algarrobo, en donde debía abrir tres tranqueras para llegar al lugar en el que la esperaba, una comunidad de niños de diferentes edades, y así pudo, títeres y cuentos de por medio, pagarse la carrera, a la que refiere ser muy costosa.

“Cuando una ama y está seguro de  donde quiere ir, la vida da muchas vueltas, pero se transita hasta llegar a lo que uno desea”, palabras que nos comparte la entrevistada.

Causa Psicoanalítica en Gral. Roca:
Cecilia, la primera pregunta, que nos gustaría poder realizarte es ¿por qué elegiste ser artista plástica?

Cecilia Guaragna:
La verdad que la elección de ser artista plástica fue después de probar una formación en lo que es la psicología. Había empezado la carrera de psicología, tuve un accidente,
bastante grande, y medio que quede inhabilitada por un tiempo para seguir con la carrera. Comencé a pintar y me di cuenta que descubrí como un universo. La verdad que emocionante, y me vino muy bien, para ello que estaba pasando, ese transe tan difícil de superar, en una etapa de tu vida que
son los dieciochos años, que estas con muchas expectativas en cuanto a lo que elegís. Así que eso fue lo que de alguna manera me salvo en ese momento y descubrí algo que, la verdad, no pude
dejar de hacerlo nunca. Siempre seguí produciendo, dando clases, y amo apasionadamente lo que hago.

C. Ps. en Gral. R.: ¿cómo fue que creaste la técnica de la cual sos autora?

C. G
: Me sentí seducida totalmente por el cartón, es un material noble, es un material reciclado… siempre lo que hago es, inclusive cuando estaba trabajando en madera, es permitirme la sensación que te da el material, lo que transmite, y a mi realmente me llenó plenamente el contacto con el
cartón. Ver cómo se presentaba. El cartón se realiza a través de distintas capas, que puedo ir arrancando, que puedo ir pegando sucesivamente. Y eso, me despertó una gran pasión por esa técnica que realmente no se da, no es una técnica académica. Es una técnica experimental, dentro de lo que es el gravado, es algo muy contemporáneo. A mi me permite de alguna manera, poder expresar todo lo que hay dentro mío, y es ésta técnica, la que me permite poder comunicar todas mis emociones, como también, todas las cuestiones que pasan en la sociedad, y mi compromiso, como persona, con ello, en nuestra sociedad, en nuestro país, y me lo dio esta  técnica: la cartongrafía.

Voy a hacer una aclaración, en el grabado siempre tenemos una matriz que puede ser, en mi caso el cartón, pero puede ser madera, puede ser metal. Con los metales pueden  emplearse técnicas clásicas, académicas y se los graba a través de ácidos. Mientras que la cartongrafia, no necesita ninguno de estos métodos para poder grabar. Solo uso un  cortante, tijera, cuchillo, nada que sea
corrosivo. Por eso me parece también interesante esta técnica, inclusive para llevarla a las escuelas, porque no hay peligro en la manipulación de los instrumentos, por parte de los chicos.

C. Ps. en Gral. R
.: gracias Cecilia, por compartirnos tu hacer, tu pasión.

C. G.
: Gracias a Ustedes por valorar, por darme el espacio, me encanto haberlos conocido, y charlar de lo que más me gusta, que es de arte. Y, también por este momento de reencontrarme con esa parte de la Psicología, que es una parte muy querida por mi, y que en un futuro próximo, tengo en mente poder hacer la carrera de Arteterapia. Así que  ¡gracias!, me encanto, gracias a ustedes.

Entrevista y edición: Analista Gabriela M. Casariego.
Subida a Fan Page: Analista Virginia González.
Fotografías: Analista Ada Morate.

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